El empleo juvenil: una asignatura pendiente
Leonardo Ferreira es Director Adjunto de la Oficina Subregional de la OIT para Centroamérica, Haití, Panamá y República Dominicana.
Rafael Muela es Experto Asociado en Empleo Juvenil del Proyecto PREJAL, Oficina Subregional de la OIT para Centroamérica, Haití, Panamá y República Dominicana.
Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Juventud, nos encontramos ante una nueva oportunidad para llamar la atención sobre el hecho de que el panorama laboral se presenta para los jóvenes de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, como un gran desafío, en el que tendrán que sortear gran cantidad de obstáculos para encontrar un empleo decente.
Con una población total de aproximadamente 10 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años (27 por ciento de la población total), poco más de la mitad económicamente activos (52 por ciento), representando una cuarta parte de la fuerza laboral total en la zona, el gran desafío es generar oportunidades de empleos productivos y trabajo decente para cerca de 3,4 millones de jóvenes que enfrentan problemas de desempleo u ocupación precaria (es decir, 3 de cada 10): alrededor de 630.000 desempleados, suponiendo un tasa de desempleo del 12,2 por ciento; y 2,8 millones de jóvenes ocupados en actividades vinculadas al sector informal. A ello debe añadirse que cerca de la cuarta parte de los jóvenes de esta subregión ni estudia ni trabaja.
En concreto, en Costa Rica, la población joven asciende a unos 900.000 jóvenes entre 15 y 24 años, siendo su tasa de desempleo cercana al 14 por ciento, mientras que el 15 por ciento de dicha población no estudia ni trabaja. De entre los y las jóvenes ocupados, tan solo la mitad está empleada con seguridad social en salud y pensiones.
Ante este difícil panorama, y la irrupción de la crisis económica mundial, las respuestas políticas de los Gobiernos deben considerar la coyuntura económica desfavorable, y actuar en consecuencia, pero igualmente deben abordar, con una perspectiva de largo plazo, el tema del empleo juvenil, el cual es un problema estructural de la economía que, en términos generales, no ha sido suficientemente considerado.
Población vulnerable. Enfrentar este problema es una necesidad inmediata, a causa de la especial vulnerabilidad de la población juvenil en el mercado de trabajo, que puede verse agravada por la actual situación de crisis global.
Dicha vulnerabilidad viene dada tanto por las dificultades que enfrentan los jóvenes para ingresar en el mercado de trabajo, sobre todo debido a la falta de experiencia, como porque los trabajadores jóvenes son los primeros en riesgo de perder sus empleos, al ser los despidos más baratos por su poca antigüedad en la empresa, y porque representan una menor pérdida de capital humano que aquellos trabajadores más experimentados.
En este contexto, medidas para regular los incentivos a la contratación juvenil, son menos eficaces que aquellas que apoyan e incentivan la permanencia de los jóvenes en la educación y la formación, como por ejemplo ocurre con el programa Avancemos en Costa Rica, que usa el método de la transferencia monetaria condicionada.
Deben destacarse esfuerzos como el que se está realizando por parte del Proyecto Promoción del Empleo Juvenil en América Latina (PREJAL), que, apoyado por el Gobierno español y un grupo de empresas españolas, trabaja en diferentes países de América Latina.
Otros programas. Igualmente, son de gran relevancia los programas conjuntos en los que participan varias agencias de la Naciones Unidas, en el tema de “Juventud, Empleo y Migración”, que, con la financiación del Gobierno de España, están empezando a desarrollar en países como Costa Rica, donde se pretende poner en marcha “Una Ventanilla Única para el Empleo Juvenil en Desamparados y Upala”, que le ofrezca a la población beneficiaria la oportunidad de tener acceso a servicios para la inserción laboral, el emprendedurismo y la mejora de su empleabilidad, y que se espera beneficie a cerca de 60.000 jóvenes con una situación particular de vulnerabilidad, contribuyendo así al logro de los Objetivos y Metas de Desarrollo del Milenio.
En definitiva, y teniendo como marco la fecha del 12 de agosto, Día Internacional de la Juventud, el empleo juvenil necesita ser abordado de manera decidida por parte de quienes ostentan las competencias en esta materia –no solo el Estado, sino, también, el sector privado–, de modo que este período actual de crisis se convierta en una oportunidad para incorporar la perspectiva del empleo productivo y el trabajo decente de jóvenes en las políticas nacionales de los países de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, sendero para alcanzar sociedades más justas, más cohesionadas y más democráticas.
La unica manera de eliminar el desempleo es la capacitaciòn laboral de los jovenes en actividades como la contrucciòn, operacion de maquinaria pesada e industrial, en estas areas existe gran demanda laboral.
ResponderEliminarMano de obra calificada es lo que se requiere en un mercado laboral cada vez mas competitivo, es importante que el estado tome cartas en esta asunto.