lunes, 17 de agosto de 2009

Empleo Público e Independiente Atenúan Baja en Sector Privado

Empleo público e independientes atenúan baja en sector privado (LA NACIÓN)


  • Empresas del sector privado perdieron 24.000 empleos

  • Sector público aumentó en 14.000 puestos y por cuenta propia en 10.000


Patricia Leitón pleiton@nacion.com


El aumento en el número de empleados en el sector público y de trabajadores independientes en el primer semestre de este año compensaron la fuerte caída que registró el empleo privado.
En el primer semestre del 2009 el número de trabajadores asegurados en la empresa privada bajó en 24.000.


En ese mismo período, la cantidad de empleados asegurados en el sector público creció en 14.000 y el número de puestos en “cuenta propia”, que son personas que laboran en su propio negocio o profesionales independientes, subió en 10.000.
Por lo tanto, el empleo formal total no cayó en el primer semestre del año, pese a la fuerte caída en la producción.



No obstante, el empleo tampoco subió, como sucedió en el primer semestre de años anteriores.
Los datos provienen del número de trabajadores registrados con el seguro de salud en la Caja Costarricense de Seguro Social.



Sectores. En el sector privado la baja en el empleo formal coincide con los sectores más golpeados por la crisis, según el índice mensual de la actividad económica (Imae).
El Imae es un indicador que mide la variación en la cantidad de bienes y servicios producidos.
Según el Imae, la producción industrial comenzó a caer desde marzo del 2008 (respecto al mismo mes del año anterior, variación interanual) y todavía sigue negativa.
En este sector, la Caja registra 9.000 asegurados menos en junio del 2009 con respecto a los que habían en diciembre pasado.



Otro sector con resultados negativos, desde octubre pasado, es el comercio y en este se reportan casi 5.900 empleos menos en el primer semestre.
En la construcción -que pasó de crecer, en forma interanual, casi 28% en marzo del 2007 a decrecer 5,6% en abril de este año- la Caja reporta 5.600 puestos menos en junio respecto a diciembre pasado.



En el sector público, el mayor incremento laboral se ubica en el Gobierno Central, que incluye la Presidencia y los ministerios, con un aumento de 6.518 puestos en el primer semestre. Sin embargo, la información no está desglosada por rama de actividad.
En las instituciones autónomas, la otra parte del sector público, el mayor aumento en el empleo se registra en la enseñanza (incluye universidades públicas), con un alza de casi 4.000 personas en el mismo período.



En cuenta propia, de los 10.000 trabajadores adicionales registrados, 3.000 corresponden al comercio y la reparación de vehículos y enseres domésticos.
Implicaciones. Para el investigador de la Universidad de Costa Rica, Juan Diego Trejos, el casi estancamiento que registró el empleo en el primer semestre de este año es relativamente positivo en el marco de una caída de la producción.



En el primer semestre el nivel promedio de la actividad económica bajó 3,9% con respecto al primer semestre del año anterior. No obstante, para Trejos, “esto plantea la duda de si el sector público puede seguir manteniendo los niveles de empleo o se observará un deterioro en el futuro si la economía no se reactiva”.



miércoles, 12 de agosto de 2009

El Empleo Juvenil: una signatura pendiente

Publicado en La Nación, 12 de Agosto 2009.

El empleo juvenil: una asignatura pendiente

Leonardo Ferreira es Director Adjunto de la Oficina Subregional de la OIT para Centroamérica, Haití, Panamá y República Dominicana.

Rafael Muela es Experto Asociado en Empleo Juvenil del Proyecto PREJAL, Oficina Subregional de la OIT para Centroamérica, Haití, Panamá y República Dominicana.


Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Juventud, nos encontramos ante una nueva oportunidad para llamar la atención sobre el hecho de que el panorama laboral se presenta para los jóvenes de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, como un gran desafío, en el que tendrán que sortear gran cantidad de obstáculos para encontrar un empleo decente.

Con una población total de aproximadamente 10 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años (27 por ciento de la población total), poco más de la mitad económicamente activos (52 por ciento), representando una cuarta parte de la fuerza laboral total en la zona, el gran desafío es generar oportunidades de empleos productivos y trabajo decente para cerca de 3,4 millones de jóvenes que enfrentan problemas de desempleo u ocupación precaria (es decir, 3 de cada 10): alrededor de 630.000 desempleados, suponiendo un tasa de desempleo del 12,2 por ciento; y 2,8 millones de jóvenes ocupados en actividades vinculadas al sector informal. A ello debe añadirse que cerca de la cuarta parte de los jóvenes de esta subregión ni estudia ni trabaja.

En concreto, en Costa Rica, la población joven asciende a unos 900.000 jóvenes entre 15 y 24 años, siendo su tasa de desempleo cercana al 14 por ciento, mientras que el 15 por ciento de dicha población no estudia ni trabaja. De entre los y las jóvenes ocupados, tan solo la mitad está empleada con seguridad social en salud y pensiones.

Ante este difícil panorama, y la irrupción de la crisis económica mundial, las respuestas políticas de los Gobiernos deben considerar la coyuntura económica desfavorable, y actuar en consecuencia, pero igualmente deben abordar, con una perspectiva de largo plazo, el tema del empleo juvenil, el cual es un problema estructural de la economía que, en términos generales, no ha sido suficientemente considerado.

Población vulnerable. Enfrentar este problema es una necesidad inmediata, a causa de la especial vulnerabilidad de la población juvenil en el mercado de trabajo, que puede verse agravada por la actual situación de crisis global.

Dicha vulnerabilidad viene dada tanto por las dificultades que enfrentan los jóvenes para ingresar en el mercado de trabajo, sobre todo debido a la falta de experiencia, como porque los trabajadores jóvenes son los primeros en riesgo de perder sus empleos, al ser los despidos más baratos por su poca antigüedad en la empresa, y porque representan una menor pérdida de capital humano que aquellos trabajadores más experimentados.

En este contexto, medidas para regular los incentivos a la contratación juvenil, son menos eficaces que aquellas que apoyan e incentivan la permanencia de los jóvenes en la educación y la formación, como por ejemplo ocurre con el programa Avancemos en Costa Rica, que usa el método de la transferencia monetaria condicionada.

Deben destacarse esfuerzos como el que se está realizando por parte del Proyecto Promoción del Empleo Juvenil en América Latina (PREJAL), que, apoyado por el Gobierno español y un grupo de empresas españolas, trabaja en diferentes países de América Latina.

Otros programas. Igualmente, son de gran relevancia los programas conjuntos en los que participan varias agencias de la Naciones Unidas, en el tema de “Juventud, Empleo y Migración”, que, con la financiación del Gobierno de España, están empezando a desarrollar en países como Costa Rica, donde se pretende poner en marcha “Una Ventanilla Única para el Empleo Juvenil en Desamparados y Upala”, que le ofrezca a la población beneficiaria la oportunidad de tener acceso a servicios para la inserción laboral, el emprendedurismo y la mejora de su empleabilidad, y que se espera beneficie a cerca de 60.000 jóvenes con una situación particular de vulnerabilidad, contribuyendo así al logro de los Objetivos y Metas de Desarrollo del Milenio.

En definitiva, y teniendo como marco la fecha del 12 de agosto, Día Internacional de la Juventud, el empleo juvenil necesita ser abordado de manera decidida por parte de quienes ostentan las competencias en esta materia –no solo el Estado, sino, también, el sector privado–, de modo que este período actual de crisis se convierta en una oportunidad para incorporar la perspectiva del empleo productivo y el trabajo decente de jóvenes en las políticas nacionales de los países de Centroamérica, Panamá y República Dominicana, sendero para alcanzar sociedades más justas, más cohesionadas y más democráticas.

lunes, 3 de agosto de 2009

Opinión: Gobernar es Responder

Publicado en La Nación, 03 de Agosto 2009.

GOBERNAR ES RESPONDER.

Velia Govaere | veliagov@racsa.co.cr
Viceministra de economía

La Revolución Francesa cumplió 220 años. En Costa Rica, el Encuentro Nacional sobre el Empleo tuvo lugar ese día. Fue una premonitoria coincidencia que marcó la vigencia en Costa Rica del moderno paradigma de gobernabilidad: la construcción de políticas públicas desde abajo. Sociedad civil y empresarial se dieron cita con ministerios y entes descentralizados para exponer y demandar, para escuchar y responder, en el apremiante tema de cómo defender y promover el empleo.

Las políticas públicas deberían ser siempre respuestas a demandas sociales. Las revoluciones en la comunicación y la cultura y el acceso masivo a la información de asuntos públicos son la base estructural para que las políticas públicas se construyan a partir del diálogo.

Diálogo urgente. Atrás quedaron los tiempos de gestos digitales el día de las votaciones y conformista indiferencia después. Pero los costarricenses estamos acostumbrados a la visión estereotipada de gobernantes que guían desde arriba y a ciudadanos que protestan desde abajo. ¿Hay algo más urgente que dialogar para defender la base del sustento de todos? En todo caso claro, la confrontación no puede ni defender ni crear empleos.

Ni diagnósticos ni soluciones fueron premisas unánimemente aceptadas. La Unión de Cámaras lamentó una pérdida de decenas de miles de puestos de trabajo, mientras la Caja Costarricense de Seguridad Social mostró que el número de asegurados apenas había disminuido en poco más de mil trabajadores.

Ambas cifras no son necesariamente contradictorias, sino visiones que se complementan desde perspectivas diferentes. Quienes han perdido el empleo, valoran seguir asegurando a sus familias como trabajadores independientes y muchos aparecen trabajando cuando, en realidad, están improvisando cualquier tipo de actividad económica para llevar sustento a sus familias.

Los ejes de las propuestas fueron ricos y variados. Su eje central fue la necesidad de mejorar el clima de negocios y el entorno empresarial. Empresa y empleo son caras de la misma moneda en Costa Rica. Propuestas de modificaciones fiscales, aumento de liquidez, disminución de costos de intermediación financiera se unieron a retos académicos y a la expectativa de leyes que permitan la flexibilización laboral y faciliten la atracción de nuevas inversiones extranjeras. Giro interesante de protagonismos donde el Gobierno asume cada vez más un rol de intermediario de demandas ciudadanas frente al Legislativo y no al revés, como ha acostumbrado ser el caso.

El Gobierno exhortó a los empresarios a solidarizarse con sus trabajadores, defendiéndoles sus empleos en estos tiempos de vacas flacas, aun a costa de menores ganancias, porque los exhortó a recordar cómo aprovecharon el esfuerzo de sus empleados durante las vacas gordas. En todos los ministerios de línea, quedó un ambiente propicio a apoyar, siempre que posible y aconsejable, todas las demandas de los sectores sociales y la empresa privada.

Giro de prioridades. En ningún momento se cuestionó nuestro modelo de desarrollo. Pero el pulso de los tiempos apuntó a un giro de prioridades. La apertura económica de Costa Rica debe complementarse con el robustecimiento de sus capacidades de defensa comercial, de apoyo industrial y de protección de los consumidores. El momento es propicio para dar músculo al fortalecimiento de la calidad e inocuidad de los productos que consumimos. La crisis nos advierte que el péndulo de la historia nacional está girando hacia una consolidación de la producción con encadenamientos de valor agregado, que pasa necesariamente por la atracción de nuevas inversiones que generen empleo, así como por el apoyo a la industria nacional, especialmente a la pequeña y mediana empresa.

Todavía resuenan en el ambiente esas voces, cuando la tendencia natural de nuestra idiosincrasia nos tienta a guardar su sonido en los archivos. El Gobierno mostró el 14 de Julio su fe en un nuevo paradigma de gobernabilidad que tiene como premisa saber escuchar. Queda pendiente plasmar en actos esas demandas. Un reto que debe ser enfrentado aunque solo queden 10 meses de gobierno. En Costa Rica sabemos que gobernar es responder.